Sobre la hipocresía.
Todos nos comportamos de acuerdo a unas normas sociales ciegamente aprendidas,
normas completamente arbitrarias, completamente contranaturales, que nos llevan a
operar censurando nuestros propios deseos.
Operamos entonces en constante hipocresía, como cuando nos planteamos el tema de estar en pareja. La idea de pareja viene de la concepción cristiana (contranatural, por ende) de familia, la cual es insostenible si se considera que somos animales, lease: la familia NO EXISTE, es sólo un invento.
Entonces (y aquí cae el quid de la cuestión) el plantear una pareja debe necesariamente considerar la bigamia.
Si nos dedicamos a observar las parejas que nos rodean, veremos que siempre están implícitos los cuernos, lo saben los integrantes de la pareja, así como sus íntimos (y los no íntimos lo suponen). Todo se sabe (todos lo saben), sólo que no es conveniente que salga a la luz(doblepensar, como dicen en 1984 de George Orwell).
¿Alguna vez intentaron hablar del tema de los cuernos con alguien mayor de 25 años con total sinceridad sobre el tema? En mi caso, las respuestas son casi unánimes: todos meten y reconocen tenerlos, pero es tabú, y cuesta admitirlo.
Sólo una más en la larga lista de hipocresías de la sociedad occidental actual.
normas completamente arbitrarias, completamente contranaturales, que nos llevan a
operar censurando nuestros propios deseos.
Operamos entonces en constante hipocresía, como cuando nos planteamos el tema de estar en pareja. La idea de pareja viene de la concepción cristiana (contranatural, por ende) de familia, la cual es insostenible si se considera que somos animales, lease: la familia NO EXISTE, es sólo un invento.
Entonces (y aquí cae el quid de la cuestión) el plantear una pareja debe necesariamente considerar la bigamia.
Si nos dedicamos a observar las parejas que nos rodean, veremos que siempre están implícitos los cuernos, lo saben los integrantes de la pareja, así como sus íntimos (y los no íntimos lo suponen). Todo se sabe (todos lo saben), sólo que no es conveniente que salga a la luz(doblepensar, como dicen en 1984 de George Orwell).
¿Alguna vez intentaron hablar del tema de los cuernos con alguien mayor de 25 años con total sinceridad sobre el tema? En mi caso, las respuestas son casi unánimes: todos meten y reconocen tenerlos, pero es tabú, y cuesta admitirlo.
Sólo una más en la larga lista de hipocresías de la sociedad occidental actual.