10 febrero 2006

Introducción

No es importante el fin, sino la forma. Esa es la razón principal del ego: los fines pueden ser los mismos, las personas se diferencian por sus colores, sus maneras. Todas nuestras formas pueden deducirse fácilmente desde el ego. Desde el sumiso al eufórico, todos están en la misma carrera. Todos intentan demostrar su yo. Todos queremos mostrar qe lo que hacemos nos enorgullece, o, en su defecto, nos ofuscamos y nos enojamos enérgicamente con quien nos incita a hablar. ¿No es triste reducir todo a una puesta escénica? La verdad sí, pero encuentro (nuevamente) esta teoría harto ajustada a la gente que me rodea. Intentaré en lo sucesivo mostrar con ejemplos (la única manera de argumentar algo, según Einstein) el porqué llegué a tal conclusión.

1 Comments:

Blogger o s a k a said...

lo suscribo al 99,99999%

tan importante es el "qué"... como el "cómo" (e.g. lo importante a veces no es tanto loque me pase como el cómo me lo tome)


eso sí: recuerda que el mejor "cómo" es el que tiene...

un "por qué" (un SENTIDO, en definitiva)

6/5/06 16:59  

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