27 febrero 2006

Sobre la hipocresía.

Todos nos comportamos de acuerdo a unas normas sociales ciegamente aprendidas,
normas completamente arbitrarias, completamente contranaturales, que nos llevan a
operar censurando nuestros propios deseos.
Operamos entonces en constante hipocresía, como cuando nos planteamos el tema de estar en pareja. La idea de pareja viene de la concepción cristiana (contranatural, por ende) de familia, la cual es insostenible si se considera que somos animales, lease: la familia NO EXISTE, es sólo un invento.
Entonces (y aquí cae el quid de la cuestión) el plantear una pareja debe necesariamente considerar la bigamia.
Si nos dedicamos a observar las parejas que nos rodean, veremos que siempre están implícitos los cuernos, lo saben los integrantes de la pareja, así como sus íntimos (y los no íntimos lo suponen). Todo se sabe (todos lo saben), sólo que no es conveniente que salga a la luz(doblepensar, como dicen en 1984 de George Orwell).
¿Alguna vez intentaron hablar del tema de los cuernos con alguien mayor de 25 años con total sinceridad sobre el tema? En mi caso, las respuestas son casi unánimes: todos meten y reconocen tenerlos, pero es tabú, y cuesta admitirlo.
Sólo una más en la larga lista de hipocresías de la sociedad occidental actual.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Bueno, eso de los cuernos, la verdad es que yo no lo veo mucho.

En mi caso concreto puedo decir que jamás le he puesto los cuernos a nadie, bajo el pretexto de que ya que a mi no me gustaría que me lo hicieran, no lo haría yo. Y hasta donde se, mi novia tampoco me ha puesto los cuernos...

Si que he conocido a una o dos personas que admiten haberlos puesto, pero para siempre ha sido la excepción y no la regla :)

27/2/06 22:14  
Blogger ::::W:::: said...

Me gustó mucho el tema, y como lo planteaste. Peor hipocresía que no aceptar los cuernos es ponerlos, creo yo.


Un saludo

18/3/06 19:29  
Blogger o s a k a said...

ehteeee, vale.

para mí la familia es una solución evolutiva, pero me ha llevado mi tiempo aceptarlo, y sé que no es lo que se lleva. Qué le voy a hacer: tengo 26 y estoy deseando tener 3 chiquillos complicándome la vida. Tope convencional. Ésa es mi rebeldía. A veces lo que te ata es lo que te libera. Yo quiero ser marido, papá y abuelo. Y quiero hacerl en esta vida, no en la que querré recuperar si sigo la corriente.

6/5/06 16:44  

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